Cuando observamos a las tribus que habitan en las selvas, desiertos y valles de nuestro planeta, observamos que dentro de su mundo "primitivo", se encuentra una existencia que dista mucho de lo que es un hombre moderno, con las necesidades de una civilización moderna.
En ese mundo "primitivo", sus necesidades de desarrollo social, son menores, con menores necesidades de posesiones materiales, para así poder hallar su propia felicidad. En el hombre "primitivo", solo tiene la necesidad existencial de encontrar comida, y perpetuar el número de individuos dentro de la tribu, todo lo demás es superfluo, aunque el tener vacas en determinadas tribus, supone un status de riqueza y posición social. Dentro de una sociedad tribal, cada individuo esta al servicio de la comunidad y se le encaja lo mejor posible dentro de sus sociedades, dandole un rol al individuo, en que él mismo se siente valorado; y esa valoración positiva de sus necesidades, quedan perfectamente cubiertas con las necesidades del colectivo social al que pertenece. Al tener cubiertas sus propias necesidades no necesita mucho más de lo que el conjunto social le ofrece, por lo que la necesidad de felicidad queda cubierta y la armonía con su entorno es satisfactorio. Sin embarbo esta armonia "primitiva", ha quedado reducida a la más minima expresión ante un hombre "moderno", lleno de necesidades provocando su infelicidad.
Durante muchos años, se ha tenido la certeza que el desarrollo económico, hace una sociedad justa y con niveles sociales muy altos, nivel de renta, status, oportunidades, salud, etc,etc. Está afirmación se puede tener como cierta en sociedades pobres, pero no actualmente en las sociedades modernas, avanzadas y ricas, donde un supuesto "pobre", estan tan gordo y con tan pocas motivaciones, que le cuesta un trabajo enorme el tener que ir al supermercado, para seguir amasando grasa en su cuerpo, lo que le provoca un sinfin de problemas de salud fisica como mental.
El nivel de renta ya no es la mejor forma de elevar la calidad de vida en un pais rico. Aun teniendo nuestras necesidades básicas cubiertas, huimos en nuestros impulsos básicos hacía un punto que no es real, tratando de tapar nuestras miserias spicosociales. Al individuo "moderno" no le importa su realidad propia, sino su realidad con otros entornos sociales, para así tener miedo a no autoreafirmarse ante su propio entorno social. El status social "moderno" siempre está amenazado, miedo a no gustar, miedo a no tener exito, a no ser como el vecino, o como el vecino nos ve a nosotros...., miedo al fracaso.
REFLEXIONES FINALES:
Ese miedo se autoreafirma, es reciprocamente porporcional a nuestro status social, a nuestros actos, se retroalimenta de nuestras decisiones que no lo hacen disipar, sino que lo aumentan, generando ansiedades, tensiones internas que desencadenan desajustes spicologicos, cuyo final irreal del hombre "primitivo", tiene más que ver con el del hombre material, que con el hombre espiritual en equilibrio con su entorno.
En ese mundo "primitivo", sus necesidades de desarrollo social, son menores, con menores necesidades de posesiones materiales, para así poder hallar su propia felicidad. En el hombre "primitivo", solo tiene la necesidad existencial de encontrar comida, y perpetuar el número de individuos dentro de la tribu, todo lo demás es superfluo, aunque el tener vacas en determinadas tribus, supone un status de riqueza y posición social. Dentro de una sociedad tribal, cada individuo esta al servicio de la comunidad y se le encaja lo mejor posible dentro de sus sociedades, dandole un rol al individuo, en que él mismo se siente valorado; y esa valoración positiva de sus necesidades, quedan perfectamente cubiertas con las necesidades del colectivo social al que pertenece. Al tener cubiertas sus propias necesidades no necesita mucho más de lo que el conjunto social le ofrece, por lo que la necesidad de felicidad queda cubierta y la armonía con su entorno es satisfactorio. Sin embarbo esta armonia "primitiva", ha quedado reducida a la más minima expresión ante un hombre "moderno", lleno de necesidades provocando su infelicidad.
Durante muchos años, se ha tenido la certeza que el desarrollo económico, hace una sociedad justa y con niveles sociales muy altos, nivel de renta, status, oportunidades, salud, etc,etc. Está afirmación se puede tener como cierta en sociedades pobres, pero no actualmente en las sociedades modernas, avanzadas y ricas, donde un supuesto "pobre", estan tan gordo y con tan pocas motivaciones, que le cuesta un trabajo enorme el tener que ir al supermercado, para seguir amasando grasa en su cuerpo, lo que le provoca un sinfin de problemas de salud fisica como mental.
El nivel de renta ya no es la mejor forma de elevar la calidad de vida en un pais rico. Aun teniendo nuestras necesidades básicas cubiertas, huimos en nuestros impulsos básicos hacía un punto que no es real, tratando de tapar nuestras miserias spicosociales. Al individuo "moderno" no le importa su realidad propia, sino su realidad con otros entornos sociales, para así tener miedo a no autoreafirmarse ante su propio entorno social. El status social "moderno" siempre está amenazado, miedo a no gustar, miedo a no tener exito, a no ser como el vecino, o como el vecino nos ve a nosotros...., miedo al fracaso.
REFLEXIONES FINALES:
Ese miedo se autoreafirma, es reciprocamente porporcional a nuestro status social, a nuestros actos, se retroalimenta de nuestras decisiones que no lo hacen disipar, sino que lo aumentan, generando ansiedades, tensiones internas que desencadenan desajustes spicologicos, cuyo final irreal del hombre "primitivo", tiene más que ver con el del hombre material, que con el hombre espiritual en equilibrio con su entorno.
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