domingo, 9 de enero de 2011

POLITICUCHOS, POLICICUCHOS, CIVILICUCHOS:

Se suceden en los ultimos tiempos, un cúmulo de detenciones hacía los individuos que conforman la política de nuestro pais. Dichas detenciones se tornan sorprendentes, en el momento que se indaga en las causas en que han sido promovidas las actuaciones necesarias por parte de la policia, para efectuar los registros necesarios y las detenciones que sean oportunas. Dichas actuaciones realizadas por la policia carecen de mandato jujdicial, ya que el juzgado pertinente niega que tengan el visto bueno del juzgado. Si el juzgado no mando diligencias,¿Quien lo hizo?, ¿existe acaso otro estamento que no sea el judicial, que tenga legitimación a la hora de quitar la libertad a un individuo?.
En un estado de derecho, solamente los estamentos judiciales son los legitimados para poder ordenar estas acciones. Por lo tanto alguien se ha extralimitado en sus funciones, acaparando actuaciones que no le competen.
En primer lugar si no hay orden judicial, los responsables de dichas actuaciones solo pueden ser la autoridad máxima, (interior “rubalcaba”, y los jefes policiales que acataron las ordenes, sin una base de respaldo jurídico.

REFLEXIONES FINALES:
Se pueden establecer varias lecturas de lo que ha sucedido en los ultimos meses con la detención de ciertos políticos. En un estado de libertades, se pueda quitarle la libertad a un civil, solamente porque un grupo de individuos lo dicten así, sin la autorización pertinente del estamento judicial correspondiente. Estas situaciones solamente ocurren en paises donde la libertad esta gravemente coartada, llegando a la situación de una libertad falseada, donde el civil se encuentra en clara indefensión ante el estado, lo que supone la coerción hacía las libertades individuales y a la desaparición de los derechos que deberian protegernos, con una clara intención, que no es otra que la aniquilación del propio estado demócratico.
El estamento judicial oportuno, niega haber dictado orden de detención alguna, hacía el político,arrestado sin pruebas suficientes, entonces se deberia estimar directo responsable a los mandos del estamento policial. Aqui es donde se desarrolla la segunda parte de este golpe de estado a los derechos civiles. No solamente se saltan la ley, sino que actuan como brazo ejecutor de un estado de derecho, pero esto se transforma en un estamento claramente viciado, ya que los jefes policiales son elegidos por el estamento político de turno.

REFLESIONES FINALES PERSONALES:
En EE.UU, el jefe policial, (Sheriff), es elegido en elecciones abiertas que son realizadas a la vez que se tiene que elegir el alcalde, por lo que no es elegido por un grupo reducido de individuos de la sociedad, sino por toda la comunidad social, y es renovado en espacios relativamente cortos de tiempo, no siendo este puesto fijo.
Resulta sorprendente que el mal llamado sheriff de coslada, haya sido jefe policial durante nada menos que 20 años, teniendo que ser depuesto en sus funciones, por claras practicas delictivas que han sido de sobra demostradas como ciertas.
Quedan en duda manifiesta las actuaciones realizadas por los mandos policiales encargados de establecer cual era el tipo de esplosivo empleado en las bombasde la masacre terrorista de Atocha.
Todasestas actuaciones dudosas, ensombrecen el trabajo vocacional, de la gran mayoria de los agentes policiales y de las fuerzas generales del estado, y digo claramente ¡VOCACIONAL!, ya que se encuentran en situaciones lamentables a la hora de poder desarrollar su trabajo, con falta de material adecuado, stress sicologico, desmotivación, etc. Los cuerpos más afectados sin desmerecer a los demas, son la guardia civil y los bomberos.
Los politicuchos detraen el dinero que deberia mejorar la situación a los cuerpos de seguridad del estado, para comprar votos. Con esta situación los polícicuchos, (jefes y mandos policiales), callan con tal de seguir al mando y acceden a oscuras maniobras, ya que han sido elegidos a dedo y no por su capacitación profesional. Nos convierten en civilicuchos, civiles de tercera, maltratados y perseguidos por intereses oscuros claramente partidistas. Todos callan y aun teniendo pruebas e indicios no dan nombres.¿A quien le corresponderia dar nombres?, al que tiene en primer lugar el suficiente valor para hacerlo, no estando influenciado por el engranaje del poder, y tener nada o muy poco que perder.
La división de conciencias se hace real, uno hundido en el fango de la degradación y la degeneración, y el otro, paralizado siendo espectador mudo e impasible de los acontecimientos, dentro del tiempo inexistente, desaparecido, inerte como en un agujero negro, en el cual no se vislumbra una conducta a seguir. El que deberia dar nombres calla, y de este modo la sociedad civil continua existiendo, y como rodillo imparable pasa por encima de nosotros con su diabolico engranaje.
Creo en una constitución, en una justicia, en los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, en una sociedad civil, pero con la conciencia limpia y transparente.

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